Como espuma de mar y otros...
Había una vez una niña que se perdió en el bosque. La noche la cubrió sin avisar y se sintió perdida. Una fina niebla comenzó a rodearla y la chiquilla asustada empezó a llorar. Fue entonces, que escuchó un susurro entre los árboles; la niebla se tornó suave, cálida y extraña, y adoptó forma de luciérnaga. Después, voló hasta el interior del tronco hueco...